Esta mañana los cientos de paseantes que recorrían la calle La Carrera de
Aguere se encontraron con un acto que poco tiene que ver con lo que son las
estampas normales navideñas: una concentración de la Confederación Nacional
del Trabajo.
Esta organización había convocado a un grupo de sus afiliados y afiliadas
para, con ese acto presencial delante de uno de los puntos negros en cuánto
a accidentes laborales, la Catedral, recordar a las 28 víctimas mortales de
este tipo de sucesos que se han producido en el año 2013 en Canarias.
Se da la circunstancia de que, pese a que el número de accidentes totales
se han mantenido en una cifra próxima a los 20 mil, el número de mortales
es más del doble de los del año 2012, en el cual fueron 12 los fallecidos.
Las causas de este incremento, según CNT, son el aumento de las horas de
jornada, muchas ellas sin retribución, el ahorro empresarial en cursos de
formación, medidas de prevención de riesgos laborales y equipos de
protección individual, todo ello con el fin de aumentar los beneficios en
una coyuntura de elevadísimo desempleo (36% en Canarias) lo que origina que
los trabajadores y trabajadoras, ante el temor de perder su empleo evitan
en muchas ocasiones el denunciar los abusos y los peligros a los que se ven
expuestos en el desarrollo de su jornada laboral.
Además, con la caída de actividad en el sector de la construcción el número
mayor de muertes se han producido en el sector servicios, lo cual es
alarmante y viene en conexión con las causas anteriormente mencionadas y
con otras cuya responsabilidad es de los gobiernos de Rajoy y anteriores.
Las reformas laborales y otras disposiciones similares han motivado que el
despido sea barato y sencillo alegando argumentos tan falsos como la
previsión de disminución de beneficios. Sólo hay que echar un vistazo, por
ejemplo, a los números que maneja la Hostelería en las islas en cuánto a
ocupación de plazas hoteleras y gasto medio por visitante, y compararlo que
el de contrataciones y despidos para ver que algo no funciona en esa
ecuación. Se está destruyendo empleo fijo, el que mayor coste tiene para el
empresariado, al tiempo que se obliga al resto de la plantilla a cubrir las
carencias que esos despidos ocasionan o, en todo caso, se está tirando de
contrataciones eventuales, muchas de ellas en fraude al cubrirse con esos
contratos puestos que son de necesidad fija y no temporal.
Ante ello la CNT anima a los trabajadores y trabajadoras a organizarse, a
hacer uso de la herramienta que es el sindicato para luchar contra los
accidentes laborales y el fraude en la contratación.
Seben Rivero Rodriguez,
Secretariado de Prensa
CNT Canarias
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