La CNT Canarias alerta sobre la
escalada internacional de violencia contra las personas LGTBI-QUEER,
alentada por las instituciones estatales y religiosas de distintos
países, y contando con la complicidad del silencio, e incluso
participación activa de una parte de la población.
En los últimos meses estamos
asistiendo a un auge de la represión contra las personas que tienen
“relaciones sexuales no tradicionales”, concepto utilizado por el
Gobierno ruso, para estigmatizar aquello que rompa con el
heteropatriarcado normativo. En este caso, las normas prohíben que
los menores reciban información sobre ese tipo de relaciones y que
los homosexuales extranjeros adopten a los niños rusos.
En Brasil, la candidatura a la
presidencia de la Comisión de Derechos Humanos y Minorías del país
del militar y homófobo Jair Bolsorano, quien equipara la
homosexualidad con la pederastia, no ayuda a mejorar el alarmante
dato de muertes por razones de orientación sexual en este país.
En Uganda se ha aprobado hace
apenas unas semanas el proyecto de ley que castiga hasta con cadena
perpetua a las personas LGTBI-QUEER y con duras penas de cárcel a
aquellas que no les delaten, mientras los medios de comunicación
alientan a unirse a realizar la llamada caza de homosexuales por
su propia cuenta.
Nigeria también se ha sumado a
esta oleada represiva legislando con penas de cárcel por celebrar
uniones homosexuales o por ser activista en estos círculos.
El presidente de Gambia les ha
puesto a la altura de las alimañas, a las que se les debe de
combatir como a los mosquitos de la malaria, y en la India se ha
vuelto a reestablecer la ilegalidad de las relaciones entre personas
LGTBI-QUEER, tras sólo cuatro años desde que fueron despenalizadas.
Arizona ha aprobado una ley que
permite discriminarles, junto a otros colectivos, al permitir que los
negocios se nieguen a atender a los clientes, siempre y cuando
entiendan que hacerlo viola sus creencias religiosas.
Pero no debemos ir tan lejos. El
PP europeo rechazó hace poco un informe de la Unión Europea que
reclama derechos LGTBI-QUEER. El nuevo cardenal español, Fernando
Sebastián, nombrado por el Papa, sostiene que la homosexualidad es
una deficiencia, y hace apenas unas semanas, en España una mujer
cisgénero fue agredida al ser confundida con un transexual, y una
pareja de gays fue agredida en Madrid.
No cabe duda de que en todas estas
leyes y actos violentos está implicada la mano de las instituciones
religiosas, ya que sea cual sea la secta mayoritaria en el país
referido, en todas ellas subyace una ideología heteropatriarcal,
sustentada en lo biológicamente natural, según su criterio, y que
es apoyado únicamente en argumentos reproductivos para la especie
humana. El Estado, cómplice y perpetuador de estas ideologías,
legisla a su favor para poder contar con su connivencia y apoyo en
otros asuntos de índole conservadora. Y recordemos que la misma
Organización Mundial de la Salud no fue hasta 1990 que quitó de su
lista de enfermedades mentales a la homosexualidad, si bien la
transexualidad sigue considerándose como tal.
Por ello, hacemos un llamamiento
hacia la construcción de una sociedad en la que todas las personas
seamos libres y respetadas en todos nuestros ámbitos, incluido el
afectivo sexual, para una convivencia sin discriminación de ningún
tipo en la que todas nos podamos desarrollar plenamente.
Sec. Prensa y Comunicación CNT Canarias.
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