30 jun 2014

Manifiesto y crónica de la jornada de lucha LGBTI 2014




Ayer, 28 de junio, día internacional del Orgullo LGTBI, la CNT Tenerife salió a la calle para reivindicar los derechos y libertades del colectivo y visibilizar la lucha. Tenemos que reconocer que nos agradó enormemente ver la cantidad de jóvenes que salieron a manifestarse, sin miedo a ser rechazadas por su orientación y/o identidad sexual. Al igual que en la jornada anterior, relativa a la concentración contra la reforma de la ley del aborto, decidimos no llevar nuestras banderas al no querer desviar la atención de lo realmente importante, que era la manifestación per se.


Ayer no era día para el miedo. Ayer no estábamos solas. Ayer era el día de recordarnos a nosotras mismas y al resto de la sociedad que aquí seguimos, cuestionándonos el sistema heteropatriarcal que nos oprime, que nos silencia, que nos aniquila de una manera simbólica, y por desgracia, muchas veces, física.
Recordemos un poco de historia, del porqué de este día, que viene a conmemorar los disturbios de Stonewall, acaecidos el 28 de junio de 1969, que fueron la última gota que supuso el fin del silencio del colectivo homosexual de esa zona, que sufría represiones y agresiones constantes por parte de la sociedad en general, de los poderes públicos, y de la policía en particular, órgano que en teoría debería existir para defender a las ciudadanas, no a los oscuros intereses de la clase gobernante.

Ayer se gritaron consignas contra el heteropatriarcado, el estado, la iglesia. Ayer se unieron las voces para exigir que se nos reconozca como clase obrera, como parte de este mundo, aunque muchas estén interesadas en que esto no sea así. 

El día de ayer se destacó al colectivo más ignorado e invisibilizado, el de las personas Transexuales. Desde el ámbito de la medicina se le sigue tildando de enfermo, desde la sociedad se le sigue despreciando porque no encaja en sus esquemas binarios de la “normalidad”, desde el círculo cercano se le sigue viendo como un problema, esperando que sea una etapa transitoria y que vuelva al redil.

No debemos seguir fingiendo que algo impuesto por los sistemas de control del estado y de la religión, y legitimado por la sociedad, es lo “natural”, ya que, al ser algo creado por el ser humano, es algo artificial. Nadie está enfermo si no encaja en la norma, si se asfixia con todo lo que se supone que debe cumplir para ser aceptada como una más.

Quizás va siendo hora de plantearnos quién realmente está enferma, si la persona que simplemente nace y se siente así, o la que oprime, insulta, ofende, agrede, invisibiliza, tortura… a la otra.

Porque ya está bien de escondernos en los armarios. No puede existir una verdadera revolución si siguen habiendo personas que no pueden ser libremente. No podemos ignorar este hecho, que en realidad nos afecta a todas, porque si una sociedad no deja que las integrantes se desarrollen libremente, está podrida por dentro.

¡Porque si nos tocan a una, nos tocan a todas!
¡Aquí está, la resistencia Trans!


Manifesto:

Desde CNT Tenerife, como no podía ser de otra manera, reivindicamos los derechos de las personas LGTBI/Queer, porque hoy en día, en pleno siglo XXI se nos sigue discriminando, tanto en el mundo laboral como en el resto de campos de nuestra sociedad. Esta discriminación viene fomentada principalmente por los sectores más retrógrados, como puede ser la derecha política, encabezada por el Partido Popular, las religiones en el estado español, encabezadas por la iglesia católica, y algunos medios de comunicación, al servicio de las consignas de odio y persecución dadas por los anteriormente mencionados; sin olvidarnos de las personas que se hacen llamar compañeras pero son incapaces de ponerse en nuestros zapatos o tacones.  La lucha por los derechos LGTBI/Queer ni está finalizada ni es una lucha secundaria. Es una lucha prioritaria porque estamos hablando de nuestra propia vida, de nuestro día a día; no lo olviden.
            Desde CNT estamos convencidas que esta discriminación y persecución que sufrimos las personas LGTBI no se arregla con leyes como el matrimonio, donde más que un derecho, nos obligan a casarnos para poder optar a un mínimo de dignidad que le debería corresponder a todo ser humano sin condiciones, ni izando la bandera del arco iris en algunos ayuntamientos, para sacar rédito político y lavar la imagen de los políticos de turno, que nos utilizan, ni ningún otro tipo de parche. Igualmente nos posicionamos claramente en contra de la utilización de nuestras luchas y reivindicaciones para convertirlo en un simple día festivo más, vacío de contenido, en una fiesta que solo beneficia a grandes empresarios pero que nada aporta a la lucha por nuestros derechos.
            Tampoco se arregla ganando concursos televisivos por personas que estéticamente tambalean la concepción binomial de “hombre o mujer” que tenemos. Más que el exitoso futuro de una superstar, fruto más bien de una nueva guerra fría entre estados, nos preocupa el futuro y el presente de las personas de barrios obreros o pueblos anclados en el pasado, que ni estética ni interiormente entran en ese binomio “hombre-mujer” y que todos los días de su vida tienen que enfrentarse a un sistema retrógrado, discriminador, con profundas raíces cristianas, que le cuesta hasta concederle el “título” de personas.  La revolución está aquí fuera, en la calle, y no será televisada.
            En CNT opinamos que hoy, como ayer, el único camino existente para conquistar nuestros derechos es la cultura, la educación, la organización, la lucha y la vi-si-bi-li-za-ción. Porque haciéndonos visibles, denunciando, reivindicando,  en los centros de trabajo, en los centros de educación, en la calle, donde sea, es un acto revolucionario.
            Sin olvidarnos de nadie, queremos hacer especial mención a las compañeras que fueron encarceladas, violadas, torturadas y en muchos casos asesinadas por la dictadura nacional-católica de Franco. Por las compañeras que hoy ya no están con nosotras.  A las jóvenes que se ha suicidado, o mejor dicho, han sido asesinadas, victimas del mobbing, en sus colegios o universidades. A las personas con VIH, doblemente señaladas, doblemente discriminadas. A las personas Transexuales, posiblemente el sector más discriminado y perseguido, pero también el más invisibilizado y más olvidado, que mantienen una lucha diaria desde que se levantan hasta que se acuestan,  y donde el simple hecho de salir a la calle se convierte en un reto solo para valientes y una manera de hacer política revolucionaria. Compañeras, no es que les apoyemos, no. Es que sois nuestro ejemplo a seguir. Gracias por transmitirnos tanto valor, tanta fuerza y tanto orgullo.
Recordad que no estáis solas, que si tocan a una nos tocan a todas.
Que aquí esta, la resistencia Trans.
¡La revolución será LGTBI o no será!

¡La revolución será Queer o no será!


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